viernes, 15 de enero de 2010

Abatida y desengañada

Quiero escribir, quiero que las palabras fluyan, quiero sacar todos mis sentimientos y hacer algo que valga la pena. Pero me siento frustrada, engañada. ¿Qué sería de mí si aquellas personas que con tan buenos ojos me veían hubiesen sido sinceras? Los aplausos al vacío o a la incompetencia son aplausos vanos. Escribo porque pienso que lo hago bien, que destaco en ello. Pero no es así.
Me siento pisoteada, mi sueño; escribir un libro y publicarlo, ser reconocida, se ha ido desagüe abajo. Una niña, que todavía está cursando la E.S.O. ha cumplido MI sueño, cuál fue mi sorpresa al oír tal noticia. ¿y qué soy yo ahora? Rebajada por una… cría, no llega a adolescente. ¿Dónde están aquellas personas que aplaudían mis escritos? ¿Dónde está mi talento? Bajo el pie de la mediocridad. Lo duro de darse cuenta de estas cosas por uno mismo, es que lo ves claro tarde y ya has hecho suficiente el ridículo. Esas palabras que te ayudaron a seguir adelante en un tiempo, ahora te echan para atrás y recelas de cualquier opinión.
Siento, siento muy fuerte, siento la pena y el dolor, lo sufro, sufro la decepción.
Ya nada tiene sentido, abatida, quiero dejarme caer y yacer hasta que alguien me recoja, suficiente esfuerzo he hecho ya para sacar mi vida adelante, suficiente por mis sueños. Solo me queda seguir el flujo de la vida y acabar estresada, vacía, sin ilusión, enfadada con mi vida y pensar: ¿Qué hubiese pasado si hubiese servido para algo?

p.d: NO ME HA SALIDO DE LOS COJONES REPASAR EL ESCRITO, SEÑOR CASSANY.