jueves, 22 de abril de 2010

Sinceramente, precioso

¡Hola! Otro día más en casa, intentando trabajar y fallando de forma catastrófica. Odio hacer trabajos porque los tengo que hacer, si me calificaran el blog seguramente no actualizaría nunca.
Hace unas cuantas horas, me he metido a mi Tuenti (p.... redes sociales ¬¬) y me habían mandado un evento super chuli, al principio no sabía muy bien de que iba y como no, lo he visto para retrasar un poquito más el momento de ponerme frente al folio (word) en blanco y empezar a contarle mis aventuras al señor de Sociología. Pero resulta que ha sido un buen tiempo invertido, de verdad que hay gente super original y que hace verdaderas maravillas con un puñado de gente y una cámara, lo normal sería que me corroyera la envidia, pero es que es tan bueno que no puedo dejar de admirarlo, tal vez me de esa impresión porque de una forma u otra eso me ha pasado a mí. Una persona que no cese de insistir para verte sonreír. De verdad, es muy bueno, merece la pena echarle los 20 minutos que lleva verlo.

La verdad es que la sonrisa es el gesto más bonito y más alentador que tiene la cara del ser humano. Ojala todos sonriéramos, no tuviéramos ninguna razón para no hacerlo, ojalá hubiera gente como el Validator ^^ aunque cada uno de nosotros tengamos (o no, quien sabe) nuestro validador personal hemos de mostrarnos amables y amigables con la gente que lo necesita. Espero con mucha ilusión que os aporte algo, que cambiéis esa cara larga y sonriáis que es lo que hay que hacer.

Muchos byesbyes, espero que os guste, los pocos que vais a ver esta entrada!! xDDD





Muchos besitos y sonrisas para mi pequeño Validator, me encanta cuando me haces sonreir.

Booooooooo

Quiero dormir, pero no me apetece.
Son las 00:24h, ya he colgado el teléfono hace un rato y me he quedado apoltronada en el sillón. Estoy sola, con una película al mínimo volumen, solo oigo un susurro mientras tecleo.
Hay tantas cosas en las que pensar, solamente hay más y más cosas que ignoras y de las que te das cuenta, cuanto más lees y estudias más pareces ignorar. Pero no es así, ignoras exactamente lo mismo, incluso menos, pero ahora, en este momento, eres consciente de lo insignificante que es tu mente respecto a todas las aportaciones del resto del mundo.

Tengo sueño, de veras, se me están cerrando los párpados, quizás fuera momento de recoger el chiringuito. Quizás...

Estoy sobresaturada de exámenes y trabajos, no tengo otra cosa en la cabeza... examenes, temario, temario, trabajos, leer libros, no me da tiempo, no me da tiempo...
Uf, me duele la cabeza, más exposiciones...

Y detrás del barullo de voces en mi cabeza y de tener una agenda estudiantil en la que me faltan horas, aparece él, a pesar de estar tan preocupada por la universidad sigo teniendo tiempo para echarle de menos, echarte de menos. Tengo tantas ganas de tomar un descanso, un descanso largo y apoyarme en tu pecho, soñar mientras escucho tus palpitaciones... quiero un momento de relajación, simplemente masajeame con tus abrazos, drogame con tus besos, relajame con tus caricias, hazme sentir que estoy protegida, que me amas como yo te amo. Siento que no hay otro futuro que el de estar a tu lado, si esto no se cumple... ¿qué será de mi? Ya ni me acuerdo como era mi vida sin ti, sin tu amor, ni quiero recordarlo.

Quiero dormir, para olvidarme de mis deberes e imaginarte a mi lado. Solo quiero eso, solo y exclusivamente...

- "Buenas noches corazón"
- "Buenas noches mi vida"
- "Descansa"
- "Igulamente"
- "Sueña con angelitos"
- "Hace tiempo que sueño contigo"
- "Hace tiempo que deseaba que me dijeras eso..."
- "Hace tiempo que quería que fueras mi ángel"

Hace ya tiempo que te amo...

miércoles, 14 de abril de 2010

Barbie voluntaria, ¡incluye su propia ONG!

INTRODUCCIÓN

Ya son 51 años en compañía de la Barbie, aquella muñeca tan rompedora con aspecto de mujer desarrollada, en contraposición de las típicas muñecas con aspecto de niña. Era un gran paso para el capitalismo y para los estereotipos de la moda. Se enseñaba a las niñas como deberían ser de mayores. Pronto le sacarían un compañero, toda chica tiene que tener un chico. Así nuestra artificial mujer del siglo XX obtiene unas ventas increíbles y está en la mayoría de las tiendas del mundo. Todas las niñas tienen una barbie doctora, profesora, sirenita, enfermera, veterinaria y otros oficios. Un monopolio de plástico. La gran acogida que le dieron a esta muñeca las pequeñas mujercitas fue una gran razón para que se empezara a preocupar por aspectos morales, la fundación Josep Carreras fue una opción y colaboró con el tenor para recaudar dinero para la investigación contra la leucemia. El proyecto resultó viable y tuvo gran éxito. La Barbie volvió a romper moldes.

Quince años después, tras el éxito de la campaña, Jasé Carreras y la Barbie Doctora se vuelven a juntar para recordar esta maravillosa idea:

J: ¡Cuánto tiempo Barbie!, para ti no pasan los años.

B: No te creas Jose, el pluriempleo, los niños, los perros, el unicornio, Ken nunca está en casa, todo eso pasa factura.

J: ¡Ay! Barbie, ¡Qué tiempos aquellos! ¿Te acuerdas del proyecto que realizamos juntos?

B: ¿Cómo olvidarlo? Me encanta ser un regalo con dos buenos propósitos. ¿Y tú qué haces ahora?

J: Yo sigo con mi fundación, contribuyendo en todo lo posible para que algún día la leucemia tenga cura. Y tú Barbie, ¿has realizado alguna campaña más?

B: Pues la verdad José, últimamente no tengo tiempo para campañas benéficas, ya es suficiente trabajo luchar por el primer puesto en un mercado saturado de nuevas ideas, muñecas y juguetes. Es difícil sobrevivir con las Bratz pisando los talones.

J: Debes invertir más tiempo en buenas obras. Con respecto a este tema, quería preguntarte una última cosa: ¿Por qué accediste a participar conmigo en aquella campaña de 1995? ¿Por ti o por los niños?

B: Jose, las buenas acciones no dan de comer…


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miércoles, 7 de abril de 2010

LA SANGRÍA: SOLO VINO TINTO Y CON FRUTAS. ¡NO A LOS TOROS!

¡Qué gran arte! Aquel de hacer agonizar a un animal, mutilarle y mirar desde lo alto como se desangra y muere a tus pies.

Pobre torero cuando lo pilla el toro, que valiente por enfrentarse a la bestia; ese pobre animal que ha nacido para morir, que no tiene escapatoria, que su destino está grabado en su piel nada más nacer. El héroe acompañado de su séquito que si es rozado o dañado será rescatado rápidamente, realmente no hay riesgo. Estupidez humana de encerrarse en una plaza frente a las armas de la naturaleza, suicidas camuflados en un traje de luces.

¿No es acrónimo la brutalidad y la modernidad? ¿No eran los antiguos bárbaros tan criticados por utilizar su fuerza y no su cabeza? Y dicen de nosotros que somos una sociedad progresista. Cual César en su estrado, nos deleitamos con la sangre en la arena. Con enfrentamientos injustos, encerrando en una celda oscura toda la noche al condenado para que incremente el miedo, al que merman sus armas lijando sus cuernos. Así, cuando sale a la plaza, parece un animal feroz pero realmente está asustado.

¿Por qué es horrible abandonar un perrito o un gatito? ¿por qué eres un animal cuando pegas a una mascota y no cuando el torero acribilla al toro? ¿Qué sentido tiene que nuestros padres nos eduquen con valores antagónicos a la violencia para que, finalmente seamos espectadores de tales sacrificios?

La frustración humana la canalizamos pegando a las criaturas más débiles que tenemos cerca, unas veces son las mascotas; otras veces los machistas, creyendo que su mujer es un objeto, graban sus fracasos en la piel de sus mujeres, otras veces son los niños los que sufren. Nada de esto está justificado y ahora se debate si preservar esta estúpida tradición. Y sabemos perfectamente porque sigue viva: el dinero.

Pero de qué nos alarmamos, si algunos pueblos de nuestro país inician sus festejos lanzando cabras desde lo alto del campanario. Si las peleas de gallos están a la orden del día y hacemos correr a galgos solo por apuestas, matándolos si no cubren las expectativas.

¡Vaya humanidad más animal!

Son muchos los titulares que han salido en las últimas semanas y muchas las controversias que se han generado entorno al tema. Pero una única respuesta civilizada: NO A LOS TOROS.


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