La gente dice...
PUES QUE SE CALLE.
La gente dice que hay que hacer tu vida, crearla a tu antojo y tomar tus decisiones. Y eso, es catastrófico.
Habla una dependiente de la sociedad, una hormiguita trabajadora que sin el hormiguero en su totalidad no es nada.
Me decían: - Haz tu vida y no te vuelques tanto, que nadie es de fiar.
Y yo hacía oídos sordos, y los hago.
Pero ahora me veo sola.
Si no comparto toda mi vida con alguien, no soy nadie. Pero si lo hago, esa vida se esfuma, por aquello de los derechos humanos y que la esclavitud está prohibida. Que bonito sería comprar a alguien y obligarle a permanecer siempre a tu lado.
¡OH! ¡DIOS MÍO! ¡Que idea tan poco políticamente correcta!
Pues ¿Sabéis? Yo entera soy poco correcta: politicamente, socialmente y humanamente.
Y ahora que no paso todo el día con él, que no puedo llamarle cada diez minutos de soledad, me replanteo las cosas.
Y tengo pánico.
Pánico a perderle a él, pánico a perderte a tí mi querida artista, y pánico de quedarme en un claro de un bosque con lobos aullando en las inmediaciones...
Y todo esto ¿a qué ha venido? a una entrada tuya. Ha sido duro leer, no, más que leer, sentir una desolación tan grande, una frialdad tan enorme. Y quizá me equivoque, pero me ha dado miedo.
Espero que en algún momento leas esto, ya que todo en un comentario no me cabía.
Más que un post, es una carta.
Sabes que te adoro, ¿verdad?
1 comentario:
¡Te amo, maldita sea!
¡Y no sé con qué boca decirtelo!
Ya no sé si susurrártelo, si gritártelo, si gritarlo al mundo para que te llegue por otras bocas o si besártelo tiernamente. Porque, sí, sé que me crees. Sé que me quieres. Pero sé que ninguna de las dos somos suficiente. Porque en el mar no hay sólo islas, no hay sólo puentes, ni tablas ni cocos para beber. Hay tantos tiburones, tantas corrientes, tantas fosas y cambios de humor que aterra sólo de pensarlo.
No es el momento de agredecértelo... no me lo parece, aunque me arrulle el corazón consolando mi mente cansada de los días en vela, pero no es por eso menos real, saber que te he hecho vibrar... ¿Pero por qué tan fuerte el temblor?
¡Demonios! ¿¡Cómo podría haberlo imaginado!?
Dame un momento de corrección, dejame arodillarme y suplicarte perdón, aunque sea déjame si no retractarme de lo que aulla vilmente mi interror desgarrando la vida de aquello que más amo, al menos explicarte y tratar de darte l alibertas queno alcanzas a ver...
Porque, mi amor, eres libre, como todos y por desgracia.
Dejame decirte... que el encadenado elige, dende sus cadenas, del mismo modo que el inepto lo hace desde su precario entendimiento.
No importa qué nos haga prisioneros, no importa que sea el amor de otros o el nuestro, somos esclavos aunque no lo veamos... pero somos libres dentro de nuestra prisión.
¡Qué diablos! Puestos a ser políticamente correctos, 'la libertad del individuo termina donde comienzan la de los demas'; puestos a ser realistas, la libertad termina donde ya no puedes elegir porque el mundo, tu mundo, escapa de tu control. No son los demás, que hagan barrera, son las barreras que tienes tú.
Desde la alas que no tienes a la espalda y buscamos en versos, hasta el no ser capaz de ver la relidad. Si no puedes, no hay elección que hacer, la posibilidad u opción, no existe para ti (dejemos a un lado, por favor, que nada es imposible, puede ser cierto a su manera, pero es peligroso)
Es verdad.
Es lo que sientas.
Y, por eso, es lo que elijas.
Sólo, haciendo lo que quieres, dentro de lo puedes, no necesariamente seras feliz, pero podrás estar satisfecha.
Y si tu dependes de otro, o si no puedes vivir sin otro... sea.
No es lo mejor, por supuesto, es un camino muy duro y punzante, pero no depende de ti... porque si podemos elegir nuestras acciones, no así nuestros pensamientos ni sentimientos.
Y por eso, haz tu vida, te digo yo también, pero no pienses que esi implica que tu vida pueda siquiera ser como tu quieres, sino que dentro de lo que a ella le de la ganas dejarse ser, hagas lo que tu quieras.
¡Por favor! Si te esposan las muñecas no podras separarlas... ¡aprende a correr con las manos esposadas, gritando calle abajo si hace falta! Pero porque quieres hacerlo... y puedes.
Y sin ello tu eres feliz, o haces feliz a los demás (o al menos arrancas una risa que dure semanas, quien sabe...)perfecto. Si no, ya habrá nuevas elecciones que tomar.
Mientras ahí seguiré... no sé que pasa con nosotras, somos absurdas, pero la llama no se apaga aunque le echemos tan poca leña... es acojonate.
No puedo más que pedirte perdón... sentirlo porque tu lo sientes. Aunque en qué voy a ayudarte yo, tan fría y desolada como amargamente he logrado mi texto...
Cuando de tus dedos fluye el sentimiento... has alcanzado o la luz o la oscuridad.
Y no me gusta nada el tinte.
Ten todo el pánico que quieras. O más bien, que tengas. Tenlo, es inevitable. Pero, al menos de momento, es infundado, y eso, lo sabes. Porque no nos atan esas... cadenas que más de una vez hemos destacado. Son otras que si acaso dejásemos que se oxidasen y rompiesen... seguirían colgando del alma para siempre.
Porque si no te beso por todo el cuerpo los te quieros que suspira el mio... es porque no te dejas jiji
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